EL MIEDO ES UN DISFRAZ
Hänsel y Gretel en el Teatro Sanpol de Madrid
Crítica
- Beatriz Velilla -
Los pasados 20 y 21 de abril los niños y niñas de Madrid pudieron disfrutar del espectáculo de teatro infantil “Hänsel y Gretel”, de la compañía La Bicicleta , versión dramática y producción de Julio Jaime Fischtel, una nueva versión musical sobre el famoso cuento de los hermanos Grimm, con dirección de Ana María Boudeguer e interpretada maravillosamente por Enrique Lestón, Georgina Cort, Begoña Alvarez, Quim Capdevilla y Víctor Benedé.
Se aplauden también el diseño de iluminación, a cargo de Nicolás Fischtel, y la espectacularidad de su escenografía, tan sorprendente como bella, de Pablo Almeida.
Fuente: http://www.teatrosanpol.com/hansel2013.htm
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La compañía La Bicicleta , perteneciente al Teatro Sanpol, -único en España que dedica toda su programación a la infancia y la juventud-, es especialista en ofrecer espectáculos destinados al público infantil, desde las historias clásicas hasta las más desconocidas.
Si bien esta vez se ha versionado un clásico -Hänsel y Gretel-, la adaptación se ha hecho de forma innovadora, usando la música –de Miguel Tubía-como hilo conductor de una trama que, aunque basada en la fábula original, dista de provocar en los niños el miedo que causó en muchos de nosotros -nacidos con la muerte del franquismo- aquella historia cruel en que una horrible madrastra abandonaba en el bosque a los hijos de su marido, un pobre leñador, por no poder alimentarlos.
A pesar de que la crisis financiera actual, transformada ya en crisis social, hace que la realidad supere trágicamente la ficción, y de que miles de ciudadanos hagan cola frente a los bancos de alimentos, o que decenas de ellos, asfixiados por los problemas económicos tengan que abandonar a sus hijos a las puertas de los colegios y ONG –como está ocurriendo en Grecia-, en este espectáculo el final es esperanzador: la familia se reúne adoptando incluso a un miembro más, un burro que, por lesionado y no servir para la carga, fue abandonado por el granjero.
Así, aunque todavía la madrastra del cuento sigue siendo mala malísima, y los niños no parecen haber aprendido aún que no deben marcar un camino tirando migas de pan… se agradece enormemente el positivismo y musicalidad de la versión del Sanpol, y especialmente su mensaje final:
El miedo es un disfraz
que el sol se pone por la noche
para darte un susto
y en verdad solo pretende
reírse de ti.
La recuperación de este musical infantil por parte del teatro Sanpol (Premio Nacional de Teatro para Niños de
Ilustración de Ludwig Richter
Fuente: Mein erstes Märchenbuch, Verlag Wilh. Effenberger, Stuttgart, end of the 19th century.
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